11.10.05

Dos décadas enteras


Ese olor a torta horneada. Esa cicatriz de tu locura. Esa mañana de colores en que decidiste despertar aunque el mundo te inducía a lo contrario. Ese capítulo de Los Simpsons. Esa actuación en aquella obra de teatro que escribiste. Tu risa. Esa noche que decidiste tirarte en el suelo de tu patio con la frazada y la almohada a ver las estrellas; “cuando sea grande voy a ser astrónoma”. Esos enamoramientos fugaces de la escuela primaria. Esa exclusión de la sociedad en la escuela secundaria. Ese único trimestre a diciembre. Ese embole vespertino, la soledad de acompañar tus propios pensamientos. Esa confusión entre amistad y amor. Esos cuadros incompletos. Esos cumpleaños con lluvia. Esas palabras en tus cuadernos. Esas manías. Esa familia que no comprende. Esa familia que no comprendés pero necesitás de maneras urgentes. Tu lado infantil. Ese televisor dejado por la falta de controles remotos. Ese remoto control de lágrimas. Esa alegría ensordecedora. Esa mente vagabunda, que canta por las noches y crea mundos en las tardes. Esa guitarra abandonada. Esas manos que construyen, que abrazan, que secan otras lágrimas.

¡Feliz cumple Lalu!