17.8.05


Imagen congelada de tu mano sosteniendo fuerte la mía y desenterrándome del mar. Prometo no mirar las olas, prometo no mirar las olas, prometo no distraerme más, prometo solo verte a vos, caminando hacia mí, mi mirada fija en tu fantasmagórica figura y solos vos y yo, de nuevo, y para siempre. Sin mar de distancia.

La ciudad me impregna su suciedad, mis manos negras de caídas, la siento en mis ojos, la siento en mis lágrimas. Basta de ver carros fulgurantes que no debo estar mirando, basta de rendiciones donde las paredes se apoyan en mí.

Y me acerco a donde debo acercarme, a la fuente a quitar toda invalidez. Tus aguas deben agitarse, pero antes llevame hacia ella, para que pueda zambullirme y se despegue de mí lo extraño y lo que rechazo desde un principio.

Para que después tu mano tenga que desenterrarme de nuevo del agua…


(Y San Martín no te merecés mis saludos...)