31.1.05

Dos Meses Sin.


Dos meses sin Buenos Aires.
Dos meses sin calle Corrientes, libros y submarinos.
Dos meses sin Abasto y sin bondi 146.
Dos meses sin Cato ni Bruno, ni Plaza Devoto, sin Caseros, sin Ballester, ni Peter´s (panchos asquerosos al lado de un tacho de basura) o el lava autos de la esquina donde nos sentábamos a tomar coca después del helado de enfrente. Y sin pizza libre con las meseras del supuesto pionono lindo. Dos meses lejos de la Nuker Crew.
Dos meses sin ir al ciber de Juampi a lidiar con las nuevas maquinas, todos los dias de la semana.
Dos meses sin conversaciones absurdas hasta las cinco de la mañana.
Dos meses sin cine con Cato para que a la salida se sume Bruno y hagan comentarios feos de chicas y yo me ofenda y me vaya a la clase de guitarra y ellos vayan a buscarme a la puerta y yo me siga haciendo la enojada (aunque los ame por hacer eso con el frio que hacia).
Cinco meses sin cama propia.
Dos meses sin invierno.
Dos meses sin musica de esa que la sentis en las venas.
Dos meses sin oleos ni pinceles.
Dos meses de libertad para que Cato y Bruno busquen novias sin que yo las torture.
Dos meses pensando en ellos.


Pensares y Sensaciones


Más que nada es esa sensación rara que tiene gusto gris o a mate con caramelitos de menta. Y mientras miramos el cielo buscándole formas a las nubes y hasta uno gira la cabeza y pone una expresión de desconfianza y se siente tan estúpido porque no hay nada más que hacerle: esa nube tiene forma de nube y se acabó.
Y la luna me sonríe, y otra vez esa sensación rara bajo las estrellas, porque para mi la luna tiene cara de viejito simpaticón, pero en Mexico tiene cara de no se que (creo que de conejito). Pero no importa las caras que nos muestre la luna: sigue siendo luna.
Y uno se termina resignando con un poco de despojo adolescente de pensar que los colores son una creación humana cuando ve un arco iris hexacolor en el cielo. Porque el que yo vi el otro día tenía seis colores y no siete. Pero quizás podría suponer que para completar el número de la perfección, ese séptimo color sería yo. Y a lo que iba es a que, obviamente, Dios creó los colores.
Y cuando se trata de la lluvia no hay escapatoria. ¿Y quién quisiera escapar de la lluvia? Solo aquellos que no se atreven a tener sensaciones raras con gusto gris o a mate con caramelitos de menta. Porque cuando de lluvia se trata no hay que escaparle. Hay que recibirla, abrazarla, bailar debajo de ella, dejar que te domine, que te ordene, que te limpie, tirarte en el pasto con aquellos sensacionalistas amigos y sacarte fotos, y no pocas.
Y se agregan a la lista el convertirme en niño para hacer sonreir a otro niño.
O que la comida te salga mal, pero la transformación te termine quedando mejor que la idea original.
O esperar horas para que un viento pase y haga hablar a los árboles. O que ellos esperen horas por ese mismo viento y puedan contarnos sus propias frustraciones y alegrías.
Y reir mucho. Pero reir tanto que no solo tu rostro ria sino tu corazón. Y hasta lo más profundo de tus mismísimas entrañas, y todo el cuerpo ría, no importa de que; si es de algo que sucedió el año pasado mejor, porque significa que la risa no tiene intercepciones, ni impedimentos o limitaciones... es eterna.
Se atesora más todo esto si hay gente. Y si son hermanos, mejor. Y si son amigos, mejor. Y si estás aprendiendo a conocerlos y conocerte, a amarlos y amarte, la sensación rara ya no es tan rara.


24.1.05

So Far So Good


Genteeeeeeeeeee !!!
Hace tiempo que ni siquiera ponia www.blogger.com en una computadora... jeje les cuento que estoy en Cordoba predicando el evangelio, orando por la gente... es una experiencia devastadoramente gratificante.
Tambien les cuento que probe el mate y me gusto, despues de 19 largos años! Y como ensaladas de todo tipo todas las noches...
Nos queda otro mes aca aun... y mucha mano de Dios.
Los amo! Ya contare extrañas historias...

LALU