2.7.05

TODO



Todo por lo más insensato de tus melancolías, todo por un toque de perplejas sonrisas. Es absurdo, todo lo es. Cómo los finales quedan inscriptos en una lista de destinos, pero que se escapan de nuestra elección.
Yo no decidí dejarte: fueron así las cosas. Y vos elegiste también. Cuarta noche consecutiva en la que sueño con vos, después de poder dormir finalmente. Las cosas se invirtieron y te felicito, che, lo lograste. Lograste invadir mi independencia. Lograste marcar mis días. Yo, que me la daba de necesaria. Y quizás todavía lo sea, pero eso no lo vas a expresar, seguro. Sos un tarado, ¿cómo vas a dejar que todo se derroche como agua por nuestros dedos? Pero aunque lo quieras negar, aún si nos llegamos a encontrar, sé que estás solo, casi totalmente. Pero yo también estoy sola, pero sola de vos. Soy vulnerable, lo admito. Y lo mejor va a ser que me olvide de tu amistad, medio ficticia, medio utópica, medio nunca existente, medio corta, medio intensa. Es feo, ¿no? Que todo termine así. ¿Fue mi culpa? Me culpo por ciertas cosas, las obvias. ¿Fue tu culpa? Perdón, pero yo te encuentro culpable de la mayoría. Terminemos. Y no se cuál sea la terminación, pero terminemos de una vez.
Sí, le estoy hablando a tu fantasma, que es el único que me agobia. No lo quiero alrededor mío, ya no. Hoy renuncio a tus alrededores, que se convirtieron en los míos. Sé que me torturo a mí misma y que muchas cosas que creo sentir no las siento ni las creo. Y en el fondo me gusta seguir teniéndote en la cabeza, porque me da que escribir, inventándome estados de ánimo.
Llegué a apreciarte, cuando pensé que estaba cubierta a no encariñarme. Pero terminó.
Todo por lo más sensato de tus incongruencias, todo por un toque de pequeños atajos.