Te conocí
Te conocí. Te descubrí detrás de tu máscara de pasados infinitos y traté de traerte a la luz. Traté primero con tu lado lunático, tu mirada y tus etcéteras de pacotilla. Y logré algo de mi cometido.
Después creí verte, pero no; creí tocarte, pero mis dedos no llegaron a tu corazón. Pero a la vez te supe como nadie, segura de que la silueta que intenté de tratar no era vista por las multitudes.
Me hastié de despedirme, y me hastié de soñar con vos. Te vi en nuevos disfraces y accesorios de pasados recorridos. Me dejaste (¿me dejaste?), me olvidaste (¿me olvidaste?). Espero que nadie pueda reemplazar mi sabor y mi color, mi solidaridad absurda, creada y encerrada, mis viajes por tu país de olvidos y caminatas por tus días de enojo. Cuesta la resignación, cuesta el despojo, pero la oportunidad la tenías vos y la espera me tocaba a mi.
Te quiero, te veo, te extraño.