1.4.04


Hijo mio:
Te doy mi amor,
te doy mi paz.
Mi presencia, lo que soy.
Mi poder, mis regalos.

Te llamo, te busco.
Te hablo, si, soy yo.

Pero vos no me escuchás
giras sobre tus talones
y me das la espalda.

Quiero que me ames
con el mismo amor que te doy.
Tengo planes para vos,
no me desprecies.

Acá estoy para ayudarte, soy real.
Pero preferís elegir lo peor.
Elegís lo malo, lo imperfecto,
lo que no te conviene,
todo menos a mi,
el Hijo del Creador.
Cualquier cosa está antes del que te dio la vida.

Pero no entendés la bendición que perdés
al reirte de mi con tus otras prioridades.
Lo siento como una bofetada en la cara.
Pero sigo intentando.

A veces tengo que recurrir a métodos
que no serán de tu agrado,
pero lo hago por vos,
para que gires de una vez por todas tu mirada hacia mi.

Y podríamos encontrarnos
otra vez en un eterno abrazo,
y seas mi amigo, como yo lo soy con vos.
Porque me pone mal no tenerte,
hijito mío, te extraño.
Te amo.